“COMENZAR EL DÍA”

 

“COMENZAR EL DÍA”

Me infundieron el amor apasionado a Padre Dios y el amor a usted como debo amarme a mí mismo. Y han sido y son razones fundamentales de mi vida.

Comienzo el día con mis largas oraciones en lecturas y rezos que fortalecen mi alma y corazón para afrontar el día con AMOR Y AMISTAD, y si es posible con pasión.

Cruzar por la vida como si no existieran los demás, porque hay cosas y hechos que acaparan nuestra vida y nos hacen olvidar que existen los demás, es vivir sin sentido ni valor, y menos con honestidad.

“¡La vida hay que llenarla de hechos y cosas que al atardecer del día me sienta satisfecho de lo que he hecho!”

Que llegue la tarde y me sienta como si no hubiese vivido por no haber hecho nada que le diera sentido y contenido, es perder el tiempo que nunca regresa y eternamente se ha perdido.

Reflexionar y ver que he perdido un día, me debe servir para tratar de corregir, y tratar de llenar el vacío que quiero y necesito llenar para sentirme realizado y corresponder a los bienes recibidos.

“¡Vivir es gozar de la vida dándole sentido, contenido y valor por los hechos realizados! ¡Es la forma y manera de compensar el AMOR Y AMISTAD recibidos!”

Recorrer el espacio sideral por no vivir en el espacio terrenal, es perder el tiempo, que jamás retorna y que al no volver deja un tiempo, un día un año menos de mi vida.

“¡Recordar lo que he hecho, me sirve para corregir errores y pecados y enmendar y tratar de corregir el daño que haya causado o me haya ocasionado y causado!”

Comenzar el día debe de ser el comienzo de la andadura que nos debe servir para hacer aquello que debemos hacer y que me corresponde hacer. Hacer las cosas con AMOR Y AMISTAD.

“¡¡¡Comenzar el día debe ser el momento de la reflexión con la ayuda de la oración!!!” No creyentes con pequeños sacrificios.

La oración dirige la vida por el camino correcto que se debe recorrer para no pecar y no tener que arrepentirse de haber perdido el tiempo que no vuelve jamás.

“¡Comenzar el día debe ser rezando y pidiendo por el bien de todos!”  Y esto sirve tanto para los creyentes como para los no creyentes.

La vida tiene sentido y valor si la aprovechamos repartiendo la felicidad y la libertad a manos llenas, que nos llenen el corazón de AMOR Y AMISTAD, y podamos caminar por el sendero luminoso de la santidad.

Comenzar el día deber ser el momento de la reflexión de lo que vamos hacer para llenar la vida de contenido y valor.

Comenzar el día sin preocupación del bien propio y de los demás, es ya comenzar a errar y seguir errando hasta que acabe el día, que habremos perdido sin poderlo recobrar.

“¡¡¡Comenzar día debe ser el momento de rezar y reflexionar!!!”