“¡EL ENCUENTRO CON LA REALIDAD!”
No es tan fácil ver la realidad, apreciarla y
considerarla.
Ver, comprender y
aceptar la realidad es algo digno de admiración, de respeto y consideración,
siempre y cuando se diferencie el bien del mal.
Las ilusiones, los disgustos, las interpretaciones... son componentes diarios de la realidad que pueden distorsionar su concepto.
Quizá alguna vez no queremos conocer la
realidad, y no es bueno, porque la
realidad es la verdad de lo que estamos viviendo.
"¡El encuentro con
la realidad es una necesidad para saber en dónde estoy y a dónde voy!"
Vivir fuera de la
realidad es un mal que puede traer graves
consecuencias, porque la felicidad está en gozar
de la realidad buena y positiva del presente.
La imaginación puede
distorsionar la realidad, si le damos rienda
suelta. Pero también puede ser muy creativa.
"¡Ser realista es
una gran virtud y una gran suerte!"
"¡La realidad
siempre se puede mejorar!"
"¡Encontrarse y
vivir con la realidad, es bueno para saber lo que hay que mejorar!"!
"¡Todos podemos
influir en la realidad, depende de la voluntad y de la honestidad
personal!"
El encuentro con la
realidad nunca debe ser dramático sino feliz, y esperanzador.
“¡El encuentro con la
realidad nos debe llevar a la felicidad!”
Nuestra realidad debe ser aceptada, pero siempre es posible mejorarla.
Dichoso quien se encuentra con la realidad, la
acepta, se esfuerza por mejorarla, y vive
su verdad.
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