“¡¡¡LA PRODUCTIVIDAD!!!”
Ante la gravísima
situación económica que estamos viviendo, me hace volver a insistir en la
necesidad de que seamos productivos. Pero todos, empresarios como trabajadores,
jubilados, parados, amas de casa, todos.
Todos tenemos que
ser más competitivos y más solidarios, de lo contrario, no creo en fórmulas
mágicas, ni nadie nos lo va arreglar.
Por supuesto,
todo aquel que ejerce una autoridad, su participación y su honestidad influyen
poderosamente en el su medio de actuación, pero al igual los que están bajo la
dirección de esa autoridad.
Productividad
es: la responsabilidad honesta en el trabajo.
Hoy tendríamos
que estar haciendo como hicieron los alemanes cuando perdieron la guerra y
estaban en la miseria: todos trabajaban, sin cobrar, primero dos horas y
después una, y todos los días. Alemania surgió potente y superó su miseria con
rapidez.
Fue una
consecuencia de la honradez profesional del pueblo alemán.
Los derechos de
los trabajadores, en su empresa, ya sean particulares como públicas, deberían
esta relacionadas con la productividad.
Un maula, ya sea
empresario como trabajador, nunca deberían estar protegidos por una
indemnización cuantiosa, como la de cualquier directivo.
¿Cuál sería la
palabra mágica? LA HONRADEZ.
No puede haber
productividad y generar beneficios particulares y sociales si no hay honradez.
“¡¡¡La Honradez
es el cimiento de la generación de riqueza!!!”
¿Cuántos empleados
están trabajando mejor, para aumentar la productividad y rebajar los costos?
¿Cuántos
jubilados y parados cobrando el paro están dedicándoles tiempo a trabajar por
la comunidad?
Por supuesto, hay
que ser muy honesto y considerar a la empresa como “MI EMPRESA”. Y el
empresario considerar al trabajador como su NECESARIO COLABORADOR.
No existe
progreso sin productividad.
Sin productividad
no hay competitividad.
La
pobreza, y el paro, son una manifestación y consecuencia de la falta de
productividad; de la crisis creada por el poder económico perverso, y la falta
de honestidad por la carencia de valores éticos o religiosos
Es muy difícil
que haya paz social y felicidad personal si no hay productividad por la
honestidad. Así de claro.
No podemos dejar
que la crisis de valores, y como consecuencia el pasotismo e individualismo, se
enseñoreé y se hagan dueños de las circunstancias por el poder perverso.
La productividad
es un valor moral y práctico
Tenemos que
revitalizar nuestro cuerpo social, político y trabajador, - tanto de empleados
como empresarios -, por la honestidad y la solidaridad.
Tenemos que ser
productivos al máximo. Para ello hay que tener la conciencia clara que el trabajo
es un derecho y una obligación.
Hay un derecho a tener trabajo. Pero también existe la
obligación hacerlo a la perfección, con productividad por la honestidad
No basta con hacer nuestro trabajo, hay que hacerlo a la
perfección. Que nadie lo haga mejor y más rápido que yo.
La productividad tiene que ser uno de los valores que enseñamos a
nuestros hijos, y que la practiquemos nosotros, que seamos un ejemplo.
Tampoco se trata
de agobiar y angustiar al trabajador o al empresario. Los extremos siempre son
malos.
Es sólo vivir la
sencilla honradez, y lo demás vendrá por añadidura.
Ser productivo es
ser honesto consigo mismo y con la empresa, tanto por el trabajador como por el
empresario.
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