"¿QUÉ DEBO RECORDAR?"
Soy
creyente católico y como tal debo ser consecuente con mis creencias y
mandamientos. También tienen que serlo los no creyentes con los suyos.
Todos,
creyentes o no, tenemos que ser honestos.
Describiré
algunos temas con los que no estoy de acuerdo y otros con los que sí lo estoy.
No
estoy de acuerdo con el aborto, aunque tengo presente la presunción de
inocencia de las madres que abortan. Supongo que muchas mujeres no tienen la
claridad necesaria para saber lo que van a hacer, ni conocen los traumas que
les van a quedar para el resto de su vida.
Está
claro que no iré nunca con quien apoye el aborto.
Estoy
totalmente en contra de quien ataca la casi sagrada libertad.
“¡La
libertad es para ser libres, no para dañar a un tercero o a uno mismo!”
“¡Sin
la libertad no creo que haya plena felicidad!”
No
estoy de acuerdo en llamar matrimonio a la unión de dos personas del mismo
género. Respeto esa unión, por su puesto, pero no me obliguen a llamarla
matrimonio; porque para mi matrimonio es la unión sacramental de una mujer y un
hombre para vivir juntos, procrear y crear una familia para la mutua felicidad.
No
puedo ir con quien fomente el odio, el rencor, y esté constantemente
revolviendo en los males pasados, no para tenerlos como referencia y para no
volver a cometerlos, sino para instrumentarlos y dividir.
No
puedo ir con los mentirosos, y menos cuando las mentiras afectan a muchas
personas. Y no digamos si tiene autoridad.
No a
la ley de la eutanasia.
Que
nadie financie cualquier iniciativa que ofenda los sentimientos religiosos.
Y
ahora, las cosas con las que estoy de acuerdo:
Con
la virtud de la castidad, que es una obligación para nosotros los católicos.
Con
la honestidad, que tiene que ser la consecuencia y el resultado de mis actos.
No puedo ir con los corruptos, como tampoco con los que los protegen.
Estoy
de acuerdo con las listas abiertas.
Con la
protección de la familia.
Con
la libertad de educación. Que los padres puedan elegir la preparación y
educación que quieren para sus hijos, y ellos eduquen en sus casas.
Estoy
de acuerdo con que se derogue la Educación para la ciudadanía.
Con
que los seres humanos no seamos sujetos pasivos.
En
resumen, porque hay más cosas: espero, deseo y creo que necesitamos que
predomine en la sociedad y en sus decisiones el sentido común con valores
morales o religiosos.
Tenemos
que rezar todos, creyentes como no, para que la convivencia y los hechos que
realicemos en estos próximos días fortalezcan la confianza del pueblo, el
pueblo coopere con su participación y juntos hagamos una nación próspera y
feliz, que tanto necesitamos.
Una sociedad sin valores morales o religiosos está abocada a una
creciente agresividad y, también a una progresiva deshumanización.
De
nosotros depende
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