“HÁBITATISTA (así se pronuncia, pero no lleva acento), SU ETIMOLOGÍA”
Ruego
perdonen mi atrevimiento al inventar la palabra: HABITATISTA, con la
inestimable ayuda de un amigo, una grandísima persona que me conoce bien. La
parte mía ha sido hecha con la humildad, el deseo, la ilusión y la
responsabilidad de que soy capaz.
La razón de ese invento es "El Hábitat
Natural".
Nuestro hábitat natural ha sido la base y la razón de
mis esfuerzos, dedicación y amor al ser humano, habitante que es en el aún
nuestro Planeta Tierra, y en su medio natural: su hábitat.
El desarrollo para llegar a la palabra HABITATISTA ha
sido sencillo. Partiendo de la palabra hábitat y de la palabra ecologista.
Ecologista, como se sabe, no viene de construcciones
extrañas como ecolo-gista, ecólogo-ista, o eco-lista, sino que viene de eco-
logía o eco/logos. De ahí surge la idea de inventar un neologismo entorno a
hábitat-logía, ciencia del hábitat, concretamente habitatista, al hacer
simplemente un nombre común en cuanto al género, derivándolo de hábitat y
aplicándolo a personas: personas que propugnan y promueven lugares en
condiciones apropiadas para que viva un organismo, especie o comunidad, que
promueven y defienden el hábitat natural.
El ser humano, y todo lo que le atañe, ha sido, es y
será razón fundamental de mis esfuerzos por el bien de la humanidad, sin pedir nada
a cambio, en su hábitat natural, en su comunidad, en su casa, como persona
individual y colectiva.
Trato de encontrar, o que se cree, una mayoría de
personas honestas que participen por el bien de todos, sin pedir nada a cambio,
y así tener la autoridad de indicar al resto la forma de comportarse para tener
la felicidad y libertad para la que hemos sido creados por Padre Dios.
Espero que esta palabra HABITATISTA la acojan con
cariño, me ayuden a difundirla – si lo creen conveniente – y juntos tengamos la
alegría de haber incorporado una palabra a nuestro vocabulario, que además no
creo difícil internacionalizarla por lo sonora que es, y porque es de fácil
traducción. Una palabra que trata de resaltar el hábitat natural, ser localista
y no ser ambigua. Estos matices no los da la palabra habitante, ni la palabra
ecologista.
Gracias por haber leído estas ilusionadas palabras, que pretenden cooperar a
que podamos seguir viviendo en nuestro hábitat, de forma natural, para lo que
necesitamos su inestimable e imprescindible participación, del vecino, y de
todo el mundo.
Gracias y que Padre Dios les bendiga, a sus familias,
amigos y vecinos. Seamos habitatistas en nuestro entorno, en el Planeta Tierra.
Lo seremos si lo cuidamos activamente con esfuerzo y cariño porque es nuestro
hábitat natural, nuestra mejor vida.
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