“¡SI DIOS QUIERE!” “¡DIOS LE OIGA!” “¡QUIERA DIOS!”
Las frases "¡Si Dios quiere!" "¡Dios le
oiga!" "¡Quiera Dios!" se están convirtiendo en algo raro y en
desuso.
Es el materialismo. Este sistema filosófico, opuesto al
espiritualismo, cree que solo existe la materia, y el espíritu lo reduce a una emergencia
de la materia, una consecuencia y modalidad de la misma materia.
Por materialismo también se entiende el comportamiento o actitud
de las personas que tienen un gran y excesivo apego a las cosas materiales, al
dinero y al poder.
Mencionar en la vida coloquial las frases "¡Si Dios
quiere!" "¡Dios le oiga!" "¡Quiera Dios!" denota tener
fe en Dios, para amarlo, adorarlo, darle gracias y pedirle mercedes.
Añadir esas frases denota, además de la fe, el deseo de que se
cumpla la frase que las dio origen.
En mi niñez, juventud, y hasta no hace mucho tiempo, esas frases
eran, no solo coloquiales, sino el complemente directo y natural al deseo de que
se convirtiera en realidad esos deseos.
Todas y todos añadíamos alguna de esas frases, cuando nuestro
deseo era que se convirtiera en realidad lo que solicitaba el interlocutor.
Lo mismo decíamos cuando deseábamos algo nosotros mismos.
Si el progreso de los pueblos tuviera como una de sus bases la
carencia o ausencia de Dios, compadezco a ese pueblo y a esa generación.
El materialismo jamás llenará las necesidades del espíritu.
Quién actúa de esa forma materialista se está engañando a sí
mismo.
Quiera o no quiera todos somos materia y espíritu. Llámese como
quiera llamarle al espíritu.
Somos, y siempre seremos: materia y
espíritu. Llámese como lo llame. Lo crea o no lo crea.
Si usted no es creyente ¿Cómo le llama a su espíritu?
¿O cree que no lo tiene?
Agradecería, profundamente, que me dijeran su opinión. Las
necesito, y reitero mi agradecimiento. Necesito saberlo. Gracias.
¿El pensamiento es materia? ¿El deseo es materia? ¿Los ideales e
ilusiones son materia? ¿El amor es materia? ¿El sacrificio generoso y entregado
es materia? ¿Nos mueve solo el instinto, la sensibilidad? ¿Solo conocemos los
estímulos materiales, físicos? ¿Nada más?
Así podría seguir poniendo ejemplos o hechos que nos llevan a la
realidad espiritual, pero no pretendo cansarle. "¡Dios me libre!"
“¡Lo que deseo es que todo ser humano disfrute de su espíritu
para que pueda ser y tener una vida feliz y libre!”
Sin el espíritu seríamos seres irracionales. Movidos solo por
impulsos animales, el placer, el gusto, el propio interés.
La racionalidad nace y se desarrolla en el espíritu.
La racionalidad se fundamenta en la razón, y, precisamente, hace
que no nos dejemos llevar por esos impulsos. Si hay entendimiento hay racionalidad.
Estaremos de acuerdo en que entendemos. De hecho ahora lo estamos haciendo por
medio de estas letras.
Grandes pensadores llegaron a la conclusión de la necesidad
del espíritu. La inmensa mayoría de la población abraza también esa conclusión.
A los no creyentes: Que Padre Dios les oiga y les haga ver y
comprender que cada uno tiene su espíritu, y con él lo lleve a la plena
felicidad en la plena libertad. Se lo deseo de todo corazón.
"¡Si Dios quiere!" Que quiere, y le oirá.
"¡Dios le oiga!" Le oirá, porque Dios lo ama
infinitamente.
"¡Quiera Dios!" Porque Dios lo quiere.
Ya me dirá.
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