"¿A DÓNDE LLEGAREMOS?" "¿A DÓNDE LLEGARÁ?"

 

"¿A DÓNDE LLEGAREMOS?" "¿A DÓNDE LLEGARÁ?"

¿A dónde llegaremos? A donde queramos llegar.

Tenemos la libertad, la conciencia, los conocimientos y la razón para decidir a dónde vamos y a dónde queremos llegar.

¿A dónde quiere llegar usted? Necesito saberlo, porque juntos podremos llegar.

Usted y yo somos un componente del todo, y nada más.

Cada uno ocupa un puesto, ganado personalmente, que será bueno, malo o regular, de acuerdo a la honesta participación que le dedique a su actividad en su vida.

Yo solo viviré aislado y solitario, y, por tanto, el aburrimiento será lo normal y mi indefensión será total. Lo normal será ser esclavo.

La soledad es una mala consejera, a lo que hay que añadir que yo solo soy un desierto en donde no me puedo guarecer. La lluvia de la soledad inundará mi vida y caminaré solo por la vida.

¿A dónde quiero llegar? De usted dependerá.

La dependencia es una realidad absoluta y real. Todos dependemos de los demás.

¿A dónde quiere llegar? Usted me lo dirá.

¿A dónde llegará? El destino no existe, llegará por el camino que se haya elegido. Lo sabio y poderoso es saber por el camino que voy, a dónde voy y por qué voy.

“¡Hay quien vive arrasado, aplastado y dominado y camina por el camino que le ha indicado, lo que lo convierte en esclavo de solemnidad.

La esclavitud ha regresado y a toda velocidad.

Quién es esclavo y lo sabe, si lo acepta es un ser más del que se aprovechará no solo el mal sino los poderes perversos, porque se ha convertido en un gran colaborador ayudando a que el mal se extienda y a gran velocidad.

¿A dónde llegará y llegarán? El futuro será una continuidad de acuerdo a como vivimos, que si es bien, será mejor, si es el mal será peor.

El número de esclavos de la sociedad actual es ya tan numeroso que hace un tanto por ciento significativo, lo que acarreará una gran desgracia, que hay que tratar de eliminar.

No basta con la esperanza “que el bien vence al mal”. Se necesita la acción. “¡A Dios rogando y con el mazo dando!”

“¡¡¡Para que el bien venza al mal yo tengo que cooperar!!!”

¿La mayoría de la sociedad actual es honesta, participativa, está unida, y es libre y feliz? Esto si quisiera saberlo para saber contestar.

Por favor, ayúdenme y ayúdennos a encontrar la contestación a la pregunta anterior. Si la encontramos sabremos cuál es el mal que tenemos que combatir, y llegaremos a la solución real.

De usted, de mí y de, al menos, la mayoría depende el presente y futuro que vivimos y que vivirán.

¿A dónde llegaremos? ¿A dónde llegará? Se lo diré cuando me ayuden a saber cual es nuestra realidad de acuerdo a la mayoría.