“¿QUÉ ES LA COMUNIDAD?” “¿QUE ES LA SOCIEDAD?”
¿Qué
entiendo por comunidad? El conjunto de ciudadanos más cercano.
¿Qué entiendo
por sociedad? El conjunto de ciudadanos sin límite de cantidad.
En uno y otro
caso, me refiero a los ciudadanos de un país.
La comunidad es
el ambiente en que nos movemos y sobre el que influimos.
La sociedad es
la suma de las distintas comunidades, en donde no influimos directamente, sino
a través de la comunidad en la que nos integramos.
Sería my triste,
sería muy peligroso, que no influyéramos en nuestra comunidad.
Si no influimos
seríamos y somos unos inconscientes, unos pasotas y perversos, porque
demostraríamos una despreocupación maligna que nos arrastraría a ser esclavos y
no a ser ciudadanos.
La sociedad es
un reflejo de lo que somos la mayoría. Es consecuencia, lógicamente, de su
comportamiento.
Nacimos para ser
y actuar. No para pasar desapercibidos, inhibidos y desconocidos en la
comunidad.
Repito y
repetiré, hasta la saciedad, que: “¡La honesta participación en la unión es la
solución!”.
Participar,
siendo honestos y estando unidos, nos tiene que llevar a implicarnos en todo
aquello en que nos relacionamos en la familia, en la comunidad y en la
sociedad.
Ser un ser
humano amorfo e indefinido suele ser la consecuencia de la educación recibida.
Nadie debe
actuar de forma anónima o indiferente en la comunidad ni en la sociedad a la
que pertenece, todo lo contrario: tiene que ser conocido y actuar haciendo vida
de comunidad y de sociedad para aprender, cooperar, y aportar al
enriquecimiento de la comunidad y de la sociedad, que es aportar al propio
enriquecimiento personal.
Todos, sin
exención, estamos llamados a participar en la comunidad y en la sociedad porque
nos necesitamos.
Quien se aísla y
se aparta de su comunidad y de su sociedad es un huraño, maleducado, y egoísta,
con el agravante que transmite ese comportamiento y colabora a crear la mala
cadena de no hacer ni decir nada por la comunidad, ni por la sociedad, por ser
un indiferente y mal ciudadano.
Anatema a quien
se aísla y no participa en su comunidad ni en su sociedad.
Todos, pero
todos y sin excepción, podemos y debemos aportar, en especial, a nuestra
comunidad y a nuestra sociedad.
Nuestra
comunidad debe ser, y es, un reflejo de los demás; un reflejo de mí.
Dichoso y
honroso es quien coopera con su honesta participación y unión en y a la
comunidad y a la sociedad a la que pertenece. La enriquece con sus aportaciones
y puede y debe ayudar al bien de todos, con lo que se merece el reconocimiento
y el agradecimiento.
Benditos y
alabados sean los honestos, unidos y participativos ciudadanos que cooperan al bien
de su comunidad y de la sociedad, de ellos es la gloria terrenal, y el cimiento
del progreso y del bienestar personal, social y hasta nacional. Una cooperación
que hoy, con la globalización, puede contribuir a la consecución del bien
mundial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.