“¿TODOS PECAMOS?”
¿Todos pecamos? No lo
sé. Eso lo sabemos cada uno de nosotros.
Yo tengo que afirmar
que he pecado, y que tengo que estar luchando contra el demonio constantemente.
A mis años el pecado
es algo horroroso, y trato, con mis rezos y sacrificios, buscar el apoyo Divino
para no pecar. También busco la ayuda de Dios para progresar en su amor.
Pecar es algo fácil
por causa del pecado original.
Además el mal tiene
mucho poder. ¡Que me lo digan a mí!
Hay que rezar mucho y
hacer muchos pequeños sacrificios (no es necesario grandes hechos, grandes
sacrificios, por eso pongo pequeños sacrificios) para vencer al mal.
Creo que lo
importante es tener una fe grande, y, a ser posible, un gran amor y adoración a
la Santísima Trinidad, y la ayuda especialísima de la Santísima Virgen María y
su castísimo esposo San José. Por supuesto, sin olvidar al maravilloso Ángel de
la guarda. Y con esa ayuda, seguir luchando.
Creo que con esos
apoyos puedo garantizar que la ayuda celestial es determinante y efectiva, y,
si se tiene fe, humildad y amor a Dios, la conclusión es que no se peca
gravemente. Y si se llegara a pecar, tenemos la confesión que, con verdadero
arrepentimiento y dolor, por la absolución que nos administra el sacerdote en
nombre de Cristo, tendrá el efecto debido.
¿Todos pecamos? Me
atrevo a afirmar que sí.
Se pecará venial o
mortalmente. Pero se peca. Sí, todos pecamos, todos somos pecadores. Si no nos
vemos así es que no reflexionamos lo suficiente, es que no examinamos nuestra
conciencia. Pero verse pecador no nos lleva a estar tristes, porque es fácil
obtener la gracia de Dios, y entonces la tristeza se convierte en gozo, como
buenos hijos de Dios.
"¡Lo que tiene
valor humano y sobrenatural es el verdadero y sincero arrepentimiento pidiendo
perdón!"
"¡Si no fuera
por la muerte de cruz y la resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, Dios y
hombre verdadero, lo estaríamos pasando muy mal!"
El amor infinito de
Dios, que nos hizo sus hijos, nos ampara en todo momento, y por eso insisto en
nombrarle Padre Dios.
"¡Padre Dios,
porque nos hizo sus hijos, nos tiene un amor infinito, y somos los
privilegiados del universo terrenal!"
¿Todos pecamos? No
tengo la menor duda que sí.
"¡Arrepentirse y
pedir perdón es el gran valor para la humanidad!"
"¡Dichosos los
arrepentidos porque alcanzarán la gloria!"
"¿Todos
pecamos?" "¡No tengo la menor duda que sí, pero tenemos el
arrepentimiento y el perdón, que nos salvará!"
Padre Dios nos ama
infinitamente, y sabe de nuestras debilidades, solo falta el arrepentimiento
personal y cumplir la penitencia.
¿Todos pecamos? No
tengo la menor duda.
Pero tampoco tengo la
menor duda del perdón al sincero y verdadero arrepentimiento y dolor.
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