“¡TENDENCIAS EN EL SER HUMANO!”
Las
tendencias son las grandes aliadas del mal.
La
libertad nos permite elegir el bien o el mal.
Las
tendencias nos pueden inclinar al mal, si permitimos que las tendencias
desarrollen su voluntad.
"¡De
la libertad se vale y se aprovecha el mal para tratar de hacer su
voluntad!"
No
se deje arrastrar por el mal.
Las
tendencias son las grandes amigas del mal.
Por
el pecado original estamos predispuestos al mal.
El
mal uso de la libertad, por el poder de las tendencias, puede llegar a anular
hasta las más poderosas instancias de la vida.
Los
poderes perversos (para quienes su fin y meta es el poder y el dinero) son los
grandes aliados de las tendencias del mal.
Las
tendencias malas fundamentan a los poderes perversos.
Los
poderes perversos se dan, viven y se desarrollan desde los máximos dirigentes
hasta el más humilde ciudadano.
No
se deje arrastrar por las tendencias. Domine sus tendencias con los valores que
tiene: morales, éticos o religiosos.
La
vida es el momento para disfrutar y gozar de la felicidad y de la libertad,
pero las tendencias, si se deja arrastrar por ellas, le harán su esclavo.
¿La
esclavitud ha desaparecido? Al contrario, ha crecido.
El
poder de los responsables sociales es el caldo de cultivo para arrastrar al ser
humano y someterlo, por las tendencias, a cometer actos contra la honestidad,
la lealtad y el amor a todo y a todos, sea el ser que sea.
Es
asombroso el poder del mal en manos de los poderes perversos.
Los
poderes perversos los hay en todas las instituciones humanas. De arriba para
abajo y de abajo para arriba.
Un
ejemplo esclarecedor del poder perverso es simplemente tratar de ver y
entrevistarse con autoridades, las que sean. Verá qué distancias interponen.
Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, caminaba junto a su pueblo y con su pueblo. Tantos
ejemplos nos dejó... Como aquella mujer enferma de hemorragias, que vino por
detrás de entre el gentío, y le tocó el manto: y quedó curada al instante.
Y
con ese ejemplo esta historia se ha acabado.
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