“¡VANITAS VANITATUM!” LA VANIDAD DE LAS VANIDADES SIGUE SIENDO LA ATRACCIÓN DE LA HUMANIDAD.
La vanidad es el motor
de muchas de las grandes obras de la humanidad.
Por la vanidad se
crean lujos y bagatelas con el fin de progresar.
La vanidad es
deslumbrante.
La vanidad acrecienta
la altura del físico humano.
La vanidad sigue
siendo un motor que mueve la codicia, el engolamiento, la avaricia, y la
riqueza material.
“¡Dios nos libre de la
vanidad!”
La vanidad destroza
todo lo bueno y maravilloso que tenemos los seres humanos.
“¡La vanidad abaja a
todo lo alto que se pretende llegar!”
Pretender ser grande
por la vanidad, es empequeñecerse en valores, pudiendo llegar a la más pobre
condición humana, sin posibilidades de resucitar a la normalidad.
Quien pretende
agarrarse y aprovecharse de la vanidad para progresar, cayó en el pozo de la
desolación, humillación y desprecio universal.
“¡La vanidad ha sido,
y será, el camino de la perdición!”
“¡La humildad es la
virtud de la santidad!”
“¡Qué difícil es la
humildad!”
“¡Quien consigue ser
humilde está en el camino de la auténtica y verdadera santidad!”
“¡La humildad es
santidad!”
“¡Los grandes santos
de la humanidad han brillado y resplandecido por su humildad!”
La vanidad es un
agujero del que es difícil salir.
Quien se deja
arrastrar por la vanidad, tiene asegurado el fracaso personal y social.
Vanitas vanitatum: la
vanidad de las vanidades es el gran logro del mal.
Quien cae en las
garras del mal, será humillado, arrastrado y esclavizado hasta el final.
“¡VANITAS VANITATUM!”
LA VANIDAD DE LAS VANIDADES SIGUE SIENDO LA ATRACCIÓN DE LA HUMANIDAD.
Dios lo coja
confesado.
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