“¡VIVIR CON NORMAS!” “¡VIVIR SIN NORMAS!”
Los seres humanos necesitamos, en virtud de nuestra libertad y para preservar la libertad, normas de convivencia, de forma que la vida no se convierta en una anarquía y la sociedad en un caos.
Las normas se aprenden de niño, y se mejoran a lo largo de la
vida.
Los valores morales, éticos o religiosos, son fundamento y razón
de la educación, y serán los que regulen nuestro comportamiento.
Esos valores, con esas normas, definen a los pueblos entre
educados y maleducados. No existe intermedio. Educados o maleducados.
El progreso y el estatus social personal, social y nacional,
está regido por la norma: "vivir con normas, o vivir sin normas".
¡Esa es la cuestión!
Amor, progreso, felicidad, comodidad, libertad, honestidad...
todas ellas y las demás virtudes y valores se viven y se comparten de acuerdo a
las normas aprendidas, aceptadas y practicadas.
Mi experiencia de la honesta participación de la mayoría, es que
según se vivan a no se vivan lo que resulta es el progreso o la corrupción,
como consecuencia directa.
La corrupción no surge por generación espontánea, como tampoco
la honestidad, la felicidad y la libertad. Todas tienen un origen y una
continuidad de acuerdo con esos valores de la educación.
"Falta de valores, corrupción moral segura, y pobreza
social".
"Riqueza de valores, riqueza moral segura, y progreso
social".
Vivir con normas, o vivir sin normas ¿Cuál es el momento actual?
¿Felicidad o miseria con infelicidad? ¿Cuáles son los valores
que vivimos? ¿Vivimos con normas o vivimos sin normas?
Como la respuesta es tan simple, no es necesario ponerla.
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