“¿EN QUÉ HEMOS CAMBIADO? Y ¿POR QUÉ?”
En mi niñez y juventud no había
denuncias de hijos a padres ni a profesores.
Me educaron con normas muy rígidas, y no
sólo no me han causado traumas, sino que les estoy eternamente agradecido. Nos
educaron en valores éticos, en mi caso religiosos, que han sido fundamento para
desarrollar sobre ellos mi personalidad y así poderme desenvolver en mi vida.
La autoridad de los padres y de los
profesores era indiscutible, y lo era porque ellos habían puesto la primordial
finalidad de su vida en educar en valores morales o religiosos y culturales.
Por supuesto que había excepciones, como
todo y en todos los tiempos. También había adolescentes indisciplinados,
rebeldes, poco dispuestos a dejarse ayudar en los aspectos de la obediencia, el
orden... la solidaridad.
Pero lo habitual era el respeto a la norma,
y el acatamiento a la autoridad.
Recuerdo que cuando nos penaban en el colegio
había que hacer lo posible porque no se enterasen en casa, ya que entonces nos
podían decir: ¡penados en el colegio; pues, además penado aquí también, en casa.
La autoridad del profesor estaba avalada
por la del padre.
Los profesores eran dignos del mayor
elogio y alabanza.
Jamás se me pasó por la mente denunciar
a mis padres por mal trato. Tampoco conocí a quien lo hubiera hecho.
Siempre digo y repito que “tiempos pasados
no fueron mejores”. También digo que “de la misma manera que los humanos nos
enfermamos, también la sociedad se enferma”.
¿Tenemos actualmente alguna enfermedad?
¿Podría considerarse que no ser capaz de
aceptar una reprimenda de los padres y la soberbia, puede llevarnos y alterarnos
tanto por dentro que nos puede llevar a denunciar a los padres; en vez de
reconocer nuestra falta y pedir perdón? Es lo que quisiera saber: ¿Cuáles son las circunstancias, sus causas y
sus efectos, que han originado estas denuncias de hijos a padres, y de alumnos
y padres a profesores?
No entro en si esas denuncias fueron
correctas o no, sólo por el hecho de no conocerlas debidamente, es razón más
que suficiente para no opinar.
Quisiera saber ¿qué causas y qué razones
han hecho que se hayan aprobado esas leyes y si hay muchas denuncias?
Sería bueno que toda aquella o aquel que
lo sepa nos lo diga. Mi correo electrónico: lugarcorrea@yahoo.es. Y este mi blog
lugarcorrea.blogspot.com.es.
Necesitamos saber las causas para corregir
los posibles efectos.
Y ¿por qué les pido que nos informen?
Porque todo lo que pueda afectar
negativamente a los humanos nos preocupa, me preocupa, como supongo le debe
preocupar a todo ciudadano, y más si son padres.
Y ¿por qué nos debe preocupar?
Por algo tan sencillo como: “lo que
hacemos es lo que harán nuestros hijos, y lo que hagan nuestros hijos será lo
que harán nuestros nietos”.
Si maltrato a mis hijos o los maleduco, lo
normal es que ellos maltraten a los suyos y los maleduquen.
En espera de personas sensatas nos informen
de las razones y sus causas que han hecho necesario la aplicación de esas leyes
que permiten que los hijos denuncien a sus padres, y también que padres e hijos
puedan denunciar a los profesores.
En espera de ello, reciban nuestro agradecimiento y les
deseamos lo mejor de este mundo: la plena felicidad.
¿En qué hemos cambiado, para que ocurra lo que hemos
narrado?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.