miércoles, 13 de julio de 2022

“LOS REPROCHES, EL REPROCHISTA, EL REPROCHERO Y EL REPROCHISMO” ¡NEOLOGISMOS!

 

“LOS REPROCHES, EL REPROCHISTA, EL REPROCHERO Y EL REPROCHISMO” ¡NEOLOGISMOS! 

¡Qué triste son los reproches!

Los reproches siempre llegan a destiempo. Los reproches nunca tienen su tiempo o el tiempo de hacerlos y de reclamarlos. Los reproches siempre llegan a destiempo.

Hay personas de quienes nunca se pensó hicieran reproches.

Los reproches suelen ser: “no hiciste esto o aquello que hoy me perjudica”. ¿Por qué no pensaste en mí? ¡Qué egoísta has sido! Y así se podría seguir enumerando los mil y un reproches hasta el agotamiento.

El reprochista siempre encuentra temas y momentos para el reproche. Y si no los busca.

El reprochista se recome por dentro. Tiene que decirlo para sentirse desahogado, “si no lo digo, reviento”.

¿Existe alguien que pueda reprochar sin ser merecedor que le reprochen?

El reprochista siempre tiene saciedad. Siempre está molesto. Siempre ofende.

El reprochero o el reprochista siempre tienen un fondo de amargura, que suelen transmitir al reprochado.

¡El reprochero o el reprochista viven pensando cuándo y cómo reprochar! Ellos creen sentirse mejor con el reproche, y es todo lo contrario, se amargan aún más, porque nunca existe razón ni tiempo para reprochar.

Reprochar es echar en cara, reprobar, censurar, todo menos decir “¡Qué bonito!”

Recemos por los reprochistas y reprocheros. Lo tienen muy crudo, duro y amargo.

Dejar de ser reprochista o reprochero es algo grandioso. Salir del reprochismo. Y lo es porque dejar de ser reprochista o reprochero es cualidad de grandes, de un alma imponente, de unos valores eternos.

Nunca hay tiempo y lugar para el reproche.

Los reproches, los reprochistas y los reprocheros se amargan y amargan la existencia de quienes son objeto de sus reproches.

Bendito y alabado sea el reprochista y el reprochero arrepentido, por ser merecedor del honor y la alegría de vencer al mal y por haber conseguido cambiar.

El reprochismo es signo de falta de valores, de rencor, de envidia y de enorme pesimismo.


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