domingo, 10 de julio de 2022

“¿QUÉ LE PIDO AL AÑO 2023?”

 


“¿QUÉ LE PIDO AL AÑO 2023?”

Le pide algo tan sencillo y necesario como luchar para ser consecuente, todo lo más que pueda, y, como resultado, ser mejor creyente y, por tanto, mejor persona.

¿Qué fácil es prometer y qué difícil es ser consecuente?

Pero hay que prometer y hacerlo con la conciencia y el conocimiento que en el pecado llevamos la penitencia y que con la confesión sincera se perdonan los pecados.

No es fácil ser un buen ciudadano cuando existe una opresión social de egoísmo e individualismo, pero tampoco es imposible. Al menos eso creo, y por eso lo he intentado e intento hacer a lo largo de mi vida, en especial después del infarto.

Espero haber conseguido algo en este intento, como todo el mundo.

Lo que si tengo claro es que: quien no arriesga no gana; y quien no hace nada tampoco puede ganar. Seguro que pierde.

Cualquier aniversario o fiesta puede servirnos para replantearnos nuestra vida: ver que tenemos que cambiar, para tratar de volver a empezar la lucha, el propósito, el esfuerzo con nuevo brío.

Entonces, yo pediría al próximo año 2023 lo que ya dije y repito: que tratásemos de ser honestos, felices y libres.

La honestidad en todo.

La felicidad para todos.

Y el ser libres en todo y todos.

Y ¿Cómo conseguir esas maravillosas metas?

“¡Muy fácil: con la ayuda de ustedes, para ustedes con mi ayuda, y para todos nosotros con nosotros!”

Lo mismo para ser libre como para ser feliz.

¿Si supieran la felicidad que para mi significan todos ustedes, creo que se asombrarían?

Les necesito poderosamente, y espero y deseo que ustedes me necesiten a mí. Que nos necesitemos los unos a los otros.

¡En esa necesidad está una parte importante de la felicidad!

Pos eso le pido para el próximo año 2023 a Padre Dios y a la Santísima Virgen del Pino: que seamos honestos, que seamos felices y que seamos libres.

De usted, de mi, de nosotros depende y de la citada ayuda que nos dé Padre Dios y su Santísima Madre.

Y termino rezando a Padre Dios y a la Virgen para que esos deseos se conviertan en realidad, porque pretendemos ser mejores y eso merece el resultado y la compensación de ser honestos, de ser felices y de ser libres.

Y lo sean también para los siguientes años, y las próximas generaciones.

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