martes, 29 de marzo de 2022

“¡LA BONDAD!”

  

“¡LA BONDAD!

Hoy me atrevo a tratar el tema de la Bondad, porque es algo fundamental para la felicidad en las relaciones humanas y, además, porque personalmente aspiro, trabajo y lucho para  ser un católico bondadoso, -al menos estoy en cola-, y una de las maneras y modos es hacer ahora esta reflexión con el fin de que todos, incluyéndome lógicamente a mí mismo, nos contagiemos y nos llenemos de bondad.

“¡La BONDAD con mayúscula es una de las manifestaciones notorias de los santos!”

La bondad y la santidad van de la mano.

Hemos nacido, todos, no creyentes como creyentes, para ser bondadosos y, como consecuencia, santos. Repito: también los no creyentes.

¿Qué es lo que maravilla al oír las palabras y ver los actos de las personas bondadosas?

Reparten paz, tranquilidad, serenidad, santidad y felicidad. 

La bondad es contagiosa y por eso espero se nos contagie, se nos pegue y crezca en nosotros  lo más posible.

Necesito y quiero sentir, constantemente, la bondad de mi prójimo.

Quisiera sentir, constantemente y a mí alrededor, la maravillosa sensación y la maravillosa vivencia de la bondad.

Como siempre, es fundamental la educación recibida para la vivencia y la práctica de la bondad.

Puede que nos encontremos con alguna personas, conocida o familiar, que desconfíe cuando le hablamos con bondad, y piense ¿por qué esta señora o este señor me dice esto y de esta forma? ¿Será por alguna razón que me pueda perjudicar?

Pues a esas personas desconfiadas y con tendencia a pensar mal, debemos darles, si es posible, aún más bondad, que, seguro, recapacitará y reconocerá el bien recibido, y puede que ella después la practique.

Quizá estemos viviendo unos momentos sumamente propicios y necesarios para recibir y repartir la bondad.

“¡¡¡La bondad quita el mal, perfuma el ambiente, enaltece al dador y enriquece al receptor!!!”

La bondad hace resplandecer la belleza arrolladora de los bondadosos.

Creo que los sentimientos y las sensaciones que producen la bondad son tan impresionantes y trascendentes, que hacen irradiar a la felicidad, embargando y embriagando todo lo que nos rodea, y con ella la felicidad no sólo se recibe sino que, al igual, se reparte.

         “¡Qué fácil es ser bondadoso!”

Y “¡Qué difícil debería ser repartir el mal!”

Dice el diccionario que bondad es la virtud o inclinación a hacer el bien.

“¡¡¡La bondad genera bondad y potencia de forma inconmensurable la felicidad!!!”

En la espera deseada y anhelada de que seamos bondadosos y, como tales, gocemos de la plena felicidad a la que estamos llamados,  porque para ello hemos nacido, y la repartamos, y con ella inundemos y ahoguemos al materialismo aberrante.

“¡¡¡La bondad nos hace buenos, con ella repartimos bondad, felicidad y libertad, y con ella nos hacemos santos!!!”

Por favor ¿Usted qué cree?

Gracias de todo corazón.


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