“¡TODO LO QUE VAYA CONTRA LA ÉTICA, LA MORAL O LA RELIGIÓN ES UNA ABERRACIÓN!”
Todo lo que vaya contra la ética, la moral o la
religión es una aberración por llevar al ser humano a convertirlo en esclavo y
en pura degeneración.
El mal acecha constantemente tratando de conseguir
seguidores, esa es su meta y su fin.
Hacerle la “venia y aceptación” al mal nos arrastra a
la maldad.
El bien es la meta que tenemos que alcanzar para poder
tener felicidad y libertad.
La vida se vive una sola vez.
El gozo inmediato de los instintos del mal deja un
resto y un rastro de amargura si se va en contra de la moral, de la ética o de
la religión. Deja esa amargura porque va contra nuestra común dignidad de
hombres y de hijos de Dios.
Los momentos del gozo inmediato del bien, de los actos
buenos, dejan en cambio un resto y un rastro de felicidad.
La vida es muy corta para no valorarla como un bien de
valor incalculable.
La vida no tiene sentido ni valor si no hay valores
morales, éticos o religiosos, que se aprenden por la educación familia y se
aceptan por la convicción y la necesidad vital y moral de ser una buena persona
consigo mismo y con los demás.
Todo lo que vaya contra la moral, la ética o la
religión nos arrastra al mal.
El mal nos persigue sin descanso y busca y encuentra
sus adictos y sumisos obedientes cuando la degeneración -como es la corrupción-
se adueña del ser humano.
Todo lo que es para el amor si se desvirtúa por el
abuso, por el choteo, por la banalidad, por la vulgaridad, degrada y conduce al
ser humano a la degeneración.
Los seres humanos somos los reyes de la creación. Lo
somos si nos comportamos con honestidad, amor y lealtad con nuestros principios
y creencias vividos y respetados con amor, honestidad y lealtad.
Todo lo que sea desvirtuar lo que es para el amor,
arrastra al ser humano a la depravación.
Los crímenes, las violaciones de los derechos y
deberes, las guerras, el choteo y banalidad del cuerpo humano... son la
consecuencia de la depravación y degeneración de los valores morales, éticos o
religiosos.
La educación en valores morales, éticos o religiosos
son la ineludible obligación de los padres, familiares y amigos para con sus
hijos, sus familiares y sus amigos.
Evadirse de las obligaciones morales, éticas o
religiosas acarrea un mal que puede llegar a ser mortal.
Los crímenes pasionales, las violaciones, los robos
materiales y espirituales son la ineludible consecuencia de la degeneración.
La degeneración de valores y costumbres arrastran al
ser humano a la perdición moral y material, con consecuencia irreparables.
Todo lo que vaya contra ética, la moral o la religión
arrastra al ser humano a la perdición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.