“¡POR CONSENSO Y MI CONCEPTO!”
Hay gobiernos, en los últimos años, que suelen usar el consenso como medio de llegar a acuerdos.
El consenso es un acuerdo de mínimos. Llegar
a un acuerdo por consenso es acordar algo por no estar ni creer estar de
acuerdo en un porcentaje considerable.
No creo ni entiendo el consenso como única vía
de acuerdo.
El bien y el mal se diferencian de tal manera
que no se puede llegar a un acuerdo de consenso. O es bueno o es malo, puede
que hasta regular, pero nunca se puede consensuar el bien con el mal.
No se puede llegar a un consenso con la
injusticia, con la corrupción, con la mala Sanidad, con la mala Educación, con
un mal gobierno...
El consenso es un acuerdo de dictadores.
El consenso es una demostración de un pueblo no
participativo, de un pueblo esclavo.
Cuando hay honestidad siempre hay un parte que
tiene más razón, salvo excepciones, lógicamente, y si alcanza la mayoría no
tiene por qué haber consenso. Y si esa parte con más razón queda en minoría
debe pensarse mucho aceptar un acuerdo de mínimos. Pan para hoy hambre para
mañana.
El consenso es una forma de acuerdo sin considerar
debidamente la honesta participación de la mayoría.
El consenso puede ser una componenda.
Hay gobiernos que no les queda otro remedio que
llegar a consensos por no tener un pueblo unido y honestamente participativo, y
no tener los votos necesarios. Son gobiernos débiles. La razón suele estar
ausente de sus decisiones.
"¡¡¡Sin la honesta participación y unión de
la mayoría no hay solución!!!"
Cualquier acuerdo sin esa unión y honesta mayoría
participativa suele ser por consenso, y no por un acuerdo honesto, libre,
participativo, comprometido, y por la mayoría.
El consenso es un acuerdo de mínimos, ante la
falta de un pueblo honesto y unido, que obliga a la autoridad a gobernar sin
autoridad ni gobierno.
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