jueves, 24 de marzo de 2022

“¡¡¡LA MUERTE!!!” “¡¡¡VIVIR Y MORIR!!!”

 

“¡¡¡LA MUERTE!!!” “¡¡¡VIVIR Y MORIR!!!”

La muerte es el hecho más importante después de la vida.

La muerte es tan importante que les he pedido a mis hijos que si estoy camino de la muerte que me lo digan, llamen al párroco para que me dé la Santa Unción y que recen por una feliz y santa muerte y por mi alma.

Nacimos para vivir, y para morirnos.

No reconocer la importancia de la muerte es haber muerto espiritualmente, y vivir como un zombi.

“¡La muerte sublima la vida y es el final de la vida!”

“¡No reconocer la importancia de la muerte es haber vegetado en vez de haber vivido!”

Vivir es haber conseguido crecer y madurar y haber tenido tiempo para enriquecernos culturalmente y compartir con otros la vida y la felicidad, para que así la vida haya tenido valor y sentido.

Nacimos para compartir.

Somos seres sociales. Y los somos si compartimos.

El mayor egoísmo, por la falta de valores, es no haber vivido como un ser racional y no haber compartido la vida, dándole valor y contenido. Haber vivido sin sentido.

“¡La vida es algo maravilloso de la que hay que sacar el mayor partido!”

“¡Vivir sin rentabilizar el tiempo que vivimos es perder la vida sin valor ni sentido!”

No podemos perder el sentido de la vida, que no es otro que compartir y ayudar, para que al final la vida haya tenido valor y sentido.

Vivir y vegetar como un ser irracional es perder el sentido maravilloso y grandioso de la vida.

Vivir, hacer y compartir, es hacer que la vida la podamos llenar de valores y hechos que al final de la vida nos muramos habiendo correspondido a la responsabilidad de haber vivido.

La responsabilidad de la vida, única e irrepetible, es de un valor inconmensurable, y ofrece incontables oportunidades de llenarla de valores con sentido y contenido.

La muerte no es el final de la vida, es solo el fin del recorrido y el comienzo de la eterna felicidad en la presencia eterna de Padre Dios. Seamos personas creyentes o no, así lo veo, así lo comparto.

“¡Todos nacemos y morimos,  la diferencia está en el contenido que le hemos dado a la vida!”

La vida es para llenarla de hechos que nos llenen el alma: todos esos valores que hemos realizado y compartido, y que llenarán la vida de valores y de contenido para propios y ajenos…

“¡Alabado y glorioso sea quien ha vivido compartiendo lo que ha tenido!”

Son muchísimos los dones y virtudes que hemos recibido los hombres, y eso nos hace ser la especie natural de más valor y contenido de la creación, con la ineludible obligación de compartir lo bueno que hemos recibido.

En la medida de lo que hemos compartido, en esa misma medida gozaremos la vida y habremos vivido y cumplido con la obligación de todo nacido.

“¡La muerte acaba con la vida terrenal, y nos pone en el camino de la eterna felicidad!”

“¡La muerte no es el final de la vida, es el comienzo de la eterna felicidad!” Seamos creyentes o no.

“¡La muerte es una necesidad para que Padre Dios nos juzgue y nos de la felicidad eterna y el descanso merecido!”

La muerte es el final del recorrido material, para luego gozar la feliz eternidad en la contemplación de Padre Dios y en él toda la humanidad y toda la creación, que todo eso es el cielo en la eternidad.

“¡La muerte es el fin del recorrido terrenal y el comienzo de la feliz eternidad!”

“¡¡¡La muerte es una necesidad!!!”


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