jueves, 27 de octubre de 2022

“¡¡¡LA INCONDICIONALIDAD!!!”

 

“¡¡¡LA INCONDICIONALIDAD!!!”

Decía mi amiga, y gran artista-conservacionista Mary Ann Kunkel, que el comportamiento debería ser incondicional, referido a que yo decía que la honesta ayuda debía ser sin pedir nada a cambio.

Estoy de acuerdo, también incondicional.

Incondicional debería ser nuestro comportamiento en todo lo que podemos hacer por los demás.

La incondicionalidad debería ser una forma de convivencia. Entregamos y recibimos todo aquello que necesitamos sin más compensación que las gracias y la dicha de haberlo realizado.

La incondicionalidad no significa la idiotez, el abuso. Debe significar la participación honesta en la búsqueda y práctica del bien ajeno.

“¡¡¡Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos!!!”. Eso es incondicionalidad. Y esto lo podemos y debemos practicar la humanidad entera, sea creyente o no.

¿Qué valores debemos tener para actuar de forma incondicional con mi prójimo?

Como inicio: ser sumamente educado en valores éticos o religiosos.

Creer en la humanidad.  Somos los seres más importantes de la Creación o de los que vivimos sobre este Planeta, según opinión religiosa o laica.

Todo está al servicio del ser humano. Tanto de la vida personal, familiar, social, política o comunitaria.

Si este principio se practicase; no habría problemas, sólo situaciones más o menos complicadas.

El egoísmo, la mala educación, pasotismo, individualismo, materialismo etc. etc. son los enemigos acérrimos de la incondicionalidad.

Se comienza a ser incondicional desde que se tiene uso de razón, por la educación recibida de los padres. Nunca es improvisada, es creada y a conciencia.

¿Vale la pena educar en la incondicionalidad? ¿Vale la pena vivirla?

Incondicionalidad y santidad van en paralelo. Nacen y se desarrollan de la misma manera.

¿Hay mayor grado de satisfacción y alegría que vivir la santidad? Se sea creyente o no.

La incondicionalidad es un fundamento importante de la felicidad y de la libertad. Y para ello solo se necesita la honesta participación en todos los actos de nuestra vida.

¿A qué esperamos?


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.

Por favor, si desea contactar conmigo de forma privada:

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *