“¡QUÉ QUISIERA SER Y TENER!”

 

“¡QUÉ QUISIERA SER Y TENER!”

Quisiera ser un dechado de virtudes, un luchador incansable. Quisiera amar apasionadamente.                                 

¿Para qué? Para servir a Padre Dios y a los demás.

Servir a Padre Dios y a los demás debe ser la meta ideal. Sea creyente o no, aunque supongo que él no creyente su amor sea su fe (en lo que cree) y su amor a los demás.

La lealtad, la fidelidad, la hermandad, y la honestidad se desarrollan con el amor a los demás.

“¡Ser leal es ser bueno con los demás!”

“¡Ser fiel es corresponder con honestidad!”

“¡La hermandad es amar a los demás!”

“¡La honestidad es ser sincero y verdadero con uno mismo y con los demás!”

“¡La lealtad, la fidelidad, la hermandad, y la honestidad se pagan y se cobran con la felicidad!”

“¡No hay felicidad sin amor a los demás!”

Nadie ha nacido solo, es muy difícil vivir solo, pero sí se puede morir solo.

Las etapas de la vida tienen un componente personal indiscutible.

Quisiera ser el amigo de todos. Aunque me conformo con ser amigo de mil millones. “¡No está mal!” Así lo creo, lo deseo y lucho por ello.

¿Por qué? Por educación, creencia y vivencia y por el amor apasionado a los demás.

“¡La amistad es el bálsamo de las llagas de la vida!”

“¡Vivir sin amigos es estar muerto en vida!”

“¡La amistad no surge espontáneamente, es una consecuencia del comportamiento personal y de la receptividad de los demás.

“¡La educación familiar es el cimiento de los valores que nos mueven!” A mí, desde luego, me mueven.

Sin obsesión, pero con ambición: “¡Quisiera ser el amigo de la humanidad!”

La amistad hay que fomentarla con el amor a los demás.

“¡Nadie nos puede querer si no queremos a los demás!”

“¡La ciencia de la vida es tratar de vivir la realidad!”

“¡Lucho por lo que quiero, que es amar a los demás!” “¡Si lo hacemos todos estamos en el camino de la santidad!”

“¡Hemos nacido para ser santos dando, por y con el amor a los demás!”

Mi experiencia: No espere a mañana. Mañana puede ser tarde. No pierda el tiempo, aprovéchelo amando a los demás, y gozará de la plena felicidad. Es lo que intento y busco sin descansar.

La felicidad, he dicho y repito, que aumenta si la compartimos con los demás.

¿Quiénes son los demás? Mi hermano y mi vecino más cercano. “¡Con la globalización somos hermanos el mundo entero!”

“¡Sueño, hasta despierto, deseando y anhelando tener al mundo entero por amigo, por ser lo que somos: hermanos!”

¿Qué tengo que hacer? Repartir amor con amistad y tratar de ayudar a los demás.

“¡La ciencia de la vida, es vivir como hermanos!”

“¡Quisiera que todos me consideraran y me sintieran como su amigo, como su hermano!”

“¡El tiempo de la vida – esa maravilla – es corto, en el tiempo y en el espacio!” “¡Pero es grande en los hechos!”

Hay que aprovechar todas las ocasiones para amar en libertad. Para merecer ser hermano y amigo de los demás.

Nací hace muchos años y el tiempo se me ha pasado a una gran velocidad. No quiero pararlo pero sí aprovecharlo.

He intentado aprovechar mi vida y mi tiempo en llenarla de contenido, y la única forma y manera que he encontrado es amar a Padre Dios y a los demás.

Me educaron y me formaron en el amor a Padre Dios y a usted como a mí mismo. Cuando he pecado ha sido porque he faltado a esos amores. Al pedir perdón, mi alma se ha llenado de regocijo y ha aumentado mi amor a mis amores, y ha fortalecido los cimientos de mis valores.

¿Qué quisiera ser? Consecuente y honesto con mis creencias, valores e ideales, amando y siendo amado y amigo de y por los demás.

“¡Se acorta mi vida pero no mis ilusiones de amar y ser amado, ser amigo hasta la eternidad!”