“¡LA TRANSPARENCIA!”
Hasta tanto no haya una transparencia total de las autoridades
ante el pueblo y del pueblo ante las autoridades, no creo que podamos salir de
la esclavitud.
La esclavitud la ejercen los poderes perversos, y algunos
políticos, cuyo soporte son los pasotas y los individualistas.
La transparencia es la verdad en hechos y palabras.
La opacidad en los hechos es uno de los orígenes de la corrupción.
La corrupción es el lado opuesto a la transparencia.
La transparencia eleva al ser humano a la categoría de magnánimo.
El amor es el grado sumo de la transparencia. Y se convierte en
eterna cuando se muere en gracia de Dios.
No puede haber servicio público o privado honesto sin una
auténtica transparencia.
Ser transparente es ser grande.
Ser transparente es ser humano.
Ser transparente es ser sabio y poderoso. Tiene el poder
arrollador de la verdad.
Uno no nace transparente. La transparencia hay que conseguirla.
¿Cómo? Con la educación recibida de los padres.
La transparencia eleva al ser humano a la cumbre de la honestidad,
de la alegría y de la libertad.
Tratemos de contagiar la transparencia, haciéndola con amor. El
resultado será arrollador.
Amar a Dios y al prójimo es el gran mandamiento de la
transparencia.
Amemos a Padre Dios y a todos los seres humanos y seremos un espejo
de transparencia, con destellos de santidad.
No hay transparencia sin participación. Y no hay participación sin
transparencia.
“La participación es la solución”.
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Necesito y agredezco todos los comentarios que me puedan hacer, complementarán y enriquecerán este blog. La solución es la participación. Gracias.